Eso de andar diciendo lo que tenés que hacer
¿Qué hace que algo sea sensible?
Arriesgaré una posible respuesta general para el trabajo de Monasterio: dejarse afectar.
Aquí especificidades de esta generalidad.
Toma/aprovecha de lo que aportaron otros.
Es espontáneamente preciso.
Incluye el contexto.
Hace un feedback de su feedback.
Explota el silencio.
Se ríe de sí mismo.
Es generoso.
Dialoga con su biografía.
Está permeable a lo que construye.
Es un cuerpo que se exhibe dejando tiempo para ser visto.
Hace resonar su pasado.
Habla mucho con un ritmo constante.
Surfea la sombra de lo que han dicho.
Es la sombra de lo que dice o hace.
Incorpora a quienes lo miran.
La banca en un decir y un hacer imparable.
Pausa.
Re actualiza la danza a través del discurso.
Re actualiza el discurso a través de la danza.
La banca.
Intenta ser “virgen de la danza”.
Dinamiza inquietudes.
Se hace preguntas.
Te guiña el ojo para que no escuches todo lo que te dicen.
Denuncia el mandato.
Combate la verticalidad de la danza.
Combate a los sheriffs de la danza.
Se ríe más de sí mismo.
Disfruta su solo.
Difumina la división entre decir y hacer.
Defiende su posicionamiento.
Que no te digan lo que tenés que hacer.
Por Caterina Mora
Sobre apertura residencia Facundo Monasterio