Código cisne
Una camisa blanca cubriendo el torso de una mujer cuello largo. Casi tísica.
Casi tétrica.
Llama a los muertos.
Podría ser la encarnación de Marie Taglioni, pionera en técnica de puntas.
Un juicio de valor de quien suscribe: “eh visto algo magnífico”.
Un llamado al misterio.
La reversión de la codificación.
Un montón de tubos fosforescentes alzando vuelo.
Un montón de tules transparentes de un neoclasicismo desdibujado.
Unas líneas difusas e indistintas que citan a las Ideas claras y distintas.
Una reversión de unos clásicos.
Borrosa.
Virtuosismo felino.
Ganas de más. Ganas de que dure unas 2hs.
La mujer cuello largo oye voces, golpea la puerta y agarra una espada. Se suicida, antes o después implora casamiento, se vuelve loca.
La mujer cuello largo es la de la foto, una que encontré googleando su nombre.
Juicio de valor de quien suscribe: “quiero remarcar su imagen y aferrarme al asombro de lo que vi”.
¿Ella “representa” un objeto de deseo inalcanzable?
Vuela.
Muere.
Una sutileza frágil, impasible.
Agarra una puerta y cambio de acto. Se lleva encima la puerta.
Saludo truncado.
Adiós no.
Aplausos.
Por Caterina Mora
Sobre apertura residencia Clarissa Sacchelli