Pardo exige, no pide nada, sólo exige claridad en el espectral, nos exige recomponer su cuerpo coreográfico ahí donde aparentemente la danza se "mutea", sin embargo, la danza está presente en todo momento, cuando podemos ver a los intérpretes danzar, cuando vemos la penumbra ir y venir sobre nosotros, entrecortada por una luz tenue, casi casi inexistente, pero que nos exige acostumbrar la mirada, afilarla y acostumbrarnos a esta instancia que se nos presenta en blanco y negro.
¿Quién está ahí?
Frame
La persistencia del que ejecuta se mantiene presente a pesar de no "estar a la vista", "en escena" y en la penumbra se ve todo, aquello que está y aquello que desaparece... ¿Dónde estamos nosotros?
Recorte
La Luz ahora está en lo suyo, siendo cuerpo escénico por virtudes propias, el sonido la guía, la luz se deja llevar pero también marcando el paso en su camino escénico.
Un parlante en escena.
En cine se habla del sonido acusmático y del sonido presente, aquí están ambos, al aparecer un parlante en escena, iluminado como un intérprete más: lo que se busca es justamente dar cuenta de ese intérprete oculto que suele sernos invisible, aunque su presencia sea completa.
De fondo la respiración agitada de los intérpretes que aún están aunque no estén. Como ellos, todos somos parte de esto, con nuestra presencia, con nuestros roles y con nuestras proyecciones que en la penumbra encuentran su telón ideal.
Veo nieve.
Veo invierno.
Veo en blanco y negro.
Veo Noruega.
Veo potencial de movimiento que deliberadamente se nos hace ver sólo por partes.
Siento incluso frío, en Buenos Aires, en verano, en una sala sin aire acondicionado, siento frío.
Recuerdo unas líneas que vuelven a asomarse desde septiembre del 2015 cuando pude ver parte de la génesis de Pardo en Chile y dicen:
"La penumbra entonces es ese acto primero que permite añadir sutilezas para realizar un primer acercamiento. En la penumbra volvemos a lo básico, vemos en blanco y negro, distinguimos márgenes, no formas en detalle, contornos."
(Traducción de pardo en preguntas movilizadas por mis inquietudes existenciales en relación a la obra, a sus creadores y a la vida en general)
¿Cuál es la utilidad de una sala teatral cuándo no se usa como tal? ¿Harán convites navideños de turrón y Sidra Real burocráticos en ella?
¿Los cables del teatro se encuentran lo suficientemente fuertes para sujetar la velocidad de la luz?
¿Cuál es el grado de vulnerabilidad del plano espacio-temporal en escalas metafísicas?
¿Cuántos espectadores se hayan acromáticos con una sola forma de vivenciar una obra de danza?
¿Cuántos tratados hay sobre el momento del aplauso pos-función? ¿Por qué se toma como una obligación el acto de chocar las palmas de las manos al finalizar una obra?
¿Cómo se vuelve pragmática una ceguera universal? ¿Hace cuánto vivimos en una miopía condensada?
¿Cuándo fue la primera vez que la ciencia y la naturaleza triunfaron juntas?
¿Cómo se pueden explotar las turbulencias del sonido?
¿Cuántos espectadores de Pardo tienen sus huellas digitales quemadas con ácido?
¿Cuáles son los pasos a seguir para ingresar en un estado de histeria artificial?
¿Una tonelada de cenizas volcánicas puede contaminar el eco de los vuelcos del desamor?
¿Cuántas veces estás en un lugar sin estarlo? ¿El cuerpo es indivisible desde la médula espinal hasta el borde de la piel, verdad? Entonces, ¿podes estar viendo una obra sin tu cuerpo magnético?
(...)
¿Es acá?
No, no es acá
Sobre OBRA: Pardo
El Estado
penumbrático de
las cosas
Sobre Obra: Pardo
Sobre OBRA: Pardo
La repentina negrura deja a los ojos ciegos. Solo los oídos se despiertan. Se oyen pisadas.
Al rato ya se distingue alguna forma, una tenue línea en algún lugar de la sala. La adaptación visual.
Lo amorfo surge entre las luces y las sombras. La escucha se empalaga de sonidos que hacen viajar. El ojo lucha por ver, por delinear alguna figura, destacar algo de ese fondo oscuro.
La negritud gobierna un espacio amplio que es dibujado con manchas de luz.
Todo es indistinguible, se pegotean las pestañas en su intento de diferenciar.
Las líneas de luz explotan, titilan, se disuelven.
Los cuerpos se comen unos a otros, se sostienen o enciman, se indiferencian.
Hay una aversión del foco que no da en el centro del ojo.
La película avanza en blanco y negro como un recorte del pasado, pero la imagen es industrial, se balancea entre el neón y las cajas de ritmos, entre las disonancias, los parlantes y los focos.
Los seres vivos se pierden allí donde sabemos que están.
Son un caos nocturno.
Un color indiferenciado en el espacio de la noche.
Una mancha audiovisual en el tiempo.
Cromosomas.
Perplejidad.
Sobre Obra: Pardo
En la Oscuridad
todos son
Un Grupo de
Extraños en la
Oscuridad
Un espacio a oscuras trae cierta relación con lo íntimo, cierta estado vulnerable del estar privado de la vista. En el teatro, muchas veces quedamos a oscuras y en silencio, con un grupo de extraños, sin ninguna indicación sobre lo que está pasando, sin saber cuánto va a durar. Son mis momentos preferidos, creo que nos hace sentir más solos y más acompañados al mismo tiempo, me pregunto si nos hace sacar la atención hacia afuera o nos mete para adentro, si nos hace sentir más contenidos o más a la deriva.
En algún momento aparece la luz, y por contraste se ve más el haz de luz, pero también se ve más la dimensión de la oscuridad. En historia del arte llaman Tenebrismo a la corriente de la pintura del barroco que surge a comienzos del siglo XVII y se caracteriza por el violento contraste de luces y sombras mediante una iluminación forzada . Una sala de museo de con obras tenebristas debería estar completamente a oscuras, excepto los cuadros.
Reversión oscurecida de Born, Never Asked de Laurie Anderson:
“It was a large room. Full of people. All kinds
And they had all arrived at the same building
At more or less the same time
And they were all free. And they were all
Asking themselves the same question:
What is inside the darkness.”*
Si hicieran el experimento de dejar al público en la oscuridad, ¿cuánto tiempo podríamos durar?
*Traducción:
“Era una habitación grande. Llena de gente. De todos los tipos
Y todos habían llegado al mismo edificio
Más o menos al mismo tiempo
Y todos eran libres. Y estaban todos
haciéndose la misma pregunta:
Qué hay dentro de la oscuridad.”
Texto Imágen
Sobre LAB: Máquinas de Colaboración. Sesión 4
Sobre Obra: Pardo
La Texturización
del Cuerpo
Textura del sonido y la luz.
La luz y la inmensidad.
La inmensidad de la luz.
El poder de las sombras.
El vértigo de la distancia y lo oscuro.
PARDO es una obra móvil entre una determinada cantidad de factores materiales escénicos que crean una dimensión, que como ameba se modula estira y dimensiona en una dislocación espacial, que por diferido termina siendo una dislocación de tiempo.
No se plantea una ruptura, sino que hay una modulación constante entre dimensiones. La dimensión lumínica, reparte espacios, crea dimensiones, distancias, confunde la percepción, crea opacidad, deforma los supuestos cuerpos y hasta se mete en ellos. Esto desconfigura la percepción hasta que aparece el próximo signo detectable sensible. Las sombras en la pared que se reabsorben entre sí, el fondo que se dis-foca y se funde con los cuerpos. La luz que recorre la distancia de la inmensidad de la sala AB del Cultural San Martín, que por accidente terminó siendo el lugar de la obra, y a las vez un beneficio importante, porque le agregó una inmensidad espacial, que ya estaba implícita en la obra, en su materialidad.
Los cuerpos están a merced de las fuerzas silenciosas e intempestivas de las otras materialidades, se prestan, se modifican entre sí, y se deforman gracias a la cualidad misteriosa de las sombras. Las sombras son la dimensión apalabrada de nuestra lengua, que ha perdido completo significado en la cotidianidad, pero son, a través de la disposición escénica, una puesta en duda sobre las verdaderas formas del mundo. Como si fueran algo no investigado o que se niega a ser estudiado para apalabrar sus especificidades. Y es justamente esa pérdida de especificidad lo que nos disloca de pardo. Que pudo haber no salido, que no se rompe pero a la vez carece de forma y que nos mete en la nebulosidad lumínica vertiginosa y oscura. Una dimensión espacio-temporal en sí misma.
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