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del Futuro
Recurrir a las reglas
La situación de exposición del trabajo recurrir al tiempo me hace pensar en una o dos cosas. Por un lado pienso en el fallido o el lapsus medio psicoanálisis, clásico, que de pronto lo inconsciente emerge haciéndonos hacer cosas que la consciencia estaba contemplando de otra manera incluso opuesto, o que el inconsciente nos hace actuar de modo contrario a lo que la consciencia estaba nombrando e intentando disponer. En recurrir… había algo llamativo, y no lo digo exclusivamente yo sino que fue una tónica general sobre los comentarios en la charla posterior, que las acciones no llegaban a mostrar del todo lo que pretendían decir o lo que tenían para decir. Yo no sé bien a qué se debió esto, algo así como si las acciones que se sucedían estaban apuradas, pero es interesante porque: recurrir al tiempo… bueno, recurrir al tiempo puede ser recurrir al tiempo fragmentado, recurrir al tiempo regular, recurrir al tiempo dilatado, ¿qué quiere decir recurrir al tiempo? Pero en definitiva era patente esta necesidad de dar más tiempo y lugar a las acciones que ocurrían para que estas acciones tuvieran un sentido más expandido o algo así.
En relación también a los comentarios me parece que…. No sé si fue del todo exitosa, palabra fea, la experiencia, en el sentido de que, una de las propuestas iniciales que habían comentado las anfitrionas, según lo que habían acordado y charlado previamente con Jor, la directora del trabajo, era la invitación a lxs espectadorxs a enunciar descriptivamente lo que se veía, o más bien escribir lo que veíamos. Nos invitaban a escribir lo que veíamos en el trabajo y que esto que escribiérmos fuera lo que después le dijéramos a ellas, las participantes de la obra. Ahora bien, lo interesante fue que, salvo hasta el final cuando una de las anfitrionas intervino para que realmente la dinámica fuera así, que solamente se dijera lo que se había escrito, hasta ese momento y durante toda la devolución que duró media hora o cuarenta minutos, todo este tiempo el intercambio fue más bien de tipo charla, con preguntas, opiniones o incluso hasta deseos de modos en que el trabajo podría evolucionar o ir transformándose… Está bien ser flexible y no atarse a una situación, así que si vos definís unas pautas está bien que te permitas modificarlas, pero creo que justamente al ser una propuesta interesante por lo lúdica de juego, esto que proponía escribir y enunciar de modo más directo menos elaborado, sobre todo porque la dirección era la de describir cosas que se veían de distinto tipo, desde cosas elementales o más evidente como la cantidad de personas en escena hasta percepciones o notas sensoriales, de todos modos este juego, esta propuesta de juego, al entrar la devolución y la charla en una especie de lógica, sí, de charla, de diálogo grupal, pero al mismo tiempo restringido a la participación de unas pocas personas, porque bueno sabemos como son las dinámicas a veces como son las dinámicas grupales que no permiten la participación por igual de todas las personas, las personas con más facilidad para hablar en público acaparan, entonces digo todas estas características que se hayan instalado como algo natural, no permitieron el juego y qué interesante lo que nos cuesta seguir ciertas reglas que nos planteamos de antemano, puede ser feo decir ah, sí, seguir las reglas... Pero en un juego… un juego para jugar, es necesario seguir ciertas reglas para que el juego prolifere, crezca, sobre todo si el tiempo de duración es limitado, no digo para toda la vida, para una hora, es sencillo, bueno evidentemente no es sencillo, pero digo, eh, qué placentero puede ser eso, ¿no?
Por Juan de Rosa
Sobre provocaciones Recurrir al tiempo