Qué hacemos con el arte
Qué hacemos con el arte convertido en instrumento de especulación ideológica.
Qué hacemos con los artistas y el conflicto de su rol de cuestionadores. La realidad nos queda grande, nos sobrepasa la tragedia.
Qué hacemos con las instituciones que son parte de este fraude, entregando salas y espacios y apoyos a la moda que el capital les dicte.
Qué hacemos con los discursos contradictorios de las convocatorias, los espacios para artistas, las pretensiones de los curadores y los procesos de nominación en este contexto.
Qué hacemos con la escasez de formación en gestión.
Qué hacemos con las obras si tienen la denuncia de moda y su realización es infra inteligente, obvia, elemental y carente de belleza.
Qué hacemos con la estética que sigue siendo lo más elitista.
Qué hacemos con las maestrías y doctorados en arte si producen un pensamiento crítico hacia el interior de papers y ajenos a la producción.
¿Y si nuestro destino es la endogamia? ¿Si produce conflicto todo lugar de enunciación?
Qué hacemos con el arte que padece esta contaminación. El populismo y el panfletarismo has sustituido a la belleza, y aunque les cueste oírlo, la belleza es un valor ineludible de la obra de arte y es un logro intelectual. Ya lo dijo Kant.
Chantaje social del arte, oportunismo de los encargos y activismo de ocasión.

El texto de Avelina Lésper que da orgien a éste, se puede encontrar en el Archivo del Futuro 2017.



Por alguien que podría ser
Avelina Lésper
Sobre charla Centros Internacionales de Creación en Residencia
Respuesta a Avelina
Hacemos esto: insistimos en las preguntas, nos seguimos indignando, nos dejamos afectar, hacemos el curso de João, ofrecemos encontrarnos y tratamos de no manipular.